Shiori Ito, es una periodista japonesa que hizo algo que no todas las japonesas harían: Hablar de su abuso íntimo públicamente. Denunció a un destacado periodista y lo que podría haber sido el detonante del #MeToo (Movimiento para denunciar este tipo de agresiones) en Japón se convirtió en una tortura para Ito.
Al reportar el hecho ante la policía, la periodista fue forzada a recrear la agresión que sufrió con un muñeco a escala real.
No pude volver a mi propio apartamento en tres meses. Recibí amenazas y comentarios muy negativos, contó Shiori. “Zorra”, “prostituta”, “deberías estar muerta”, son algunos de los mensajes que recibió en redes sociales y correos electrónicos.
Desde hace muchos años, Japón ha tenido bajísimas tasas de abuso íntimo, hecho que la comunidad internacional ha aplaudido. Sin embargo, la realidad de la sociedad japonesa no es lo que parece.
De acuerdo a un estudio realizado por el gobierno japonés en el año 2015, sólo un 4% de las víctimas que admitieron haber sido violadas o forzadas a tener relaciones, se atrevieron a denunciar el hecho.
Pese a que la misma investigación estipuló que 1 de cada 15 mujeres ha sufrido violencia íntima, el país coexiste junto a una de las tasas más bajas del mundo. En el año 2010, cerca de 1.000 mujeres denunciaron haber sido abusadas, en comparación de países como México que registró cerca de 15.000 ese mismo año.
Por eso es que el testimonio de Shiori Ito ha tenido tanta repercusión en el país. Sin embargo, la justicia al no tener pruebas ‘concretas’, no encontró culpable a su abusador. Pero aún así, Ito no se rinde y espera que su historia motive a mujeres que han callado durante siglos.
¿Qué te parece? ¿Crees que las mujeres japonesas callen agresiones por culpa de su sociedad?