Japón pasa por una de sus peores tragedias en años. Se ha confirmado que el número de fallecidos a causa de las lluvias torrenciales registradas en el sudoeste de Japón ya es de 157. La mayoría de los decesos fueron en las prefecturas de Hiroshima (oeste) y Okayama y Ehime (sudoeste), según la información de las autoridades locales. Mientras que los desaparecidos ya son de 56.
Esta es una de las peores catástrofes que sufre el país asiático, pues el número de víctimas ya supera al de los corrimientos de tierra de 2014 en Hiroshima, con 74 fallecidos.
“Las operaciones de rescate se mantienen las 24 horas del día”, dijo el domingo a la AFP Yoshihide Fujitani, un responsable de gestión de catástrofes de la prefectura de Hiroshima.
“Es una situación anormal frente a un peligro inminente, no se acerquen a las zonas de riesgo, permanezcan atentos”, insistió un responsable de la agencia meteorológica, Yasushi Kajiwara, en declaraciones a la prensa.
Las lluvias entre el viernes y el domingo alcanzaron niveles récord en 93 puntos de observación de 14 prefecturas.
En el terreno se desplegaron unos 54.000 bomberos, policías y militares de las Fuerzas de Autodefensa, “esforzándose al máximo para salvar vidas”, en palabras del primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Hasta 5 millones de personas recibieron órdenes de evacuación, pero la consigna no era obligatoria y en algunas ocasiones, cuando el agua subía muy deprisa, podía resultar más arriesgado intentar salir que refugiarse en una azotea.
Algunas fábricas (como las de Panasonic, Mitsubishi Motors y Mazda) tuvieron que detener su producción en la región, al igual que servicios como Amazon.
Hay que recalcar que Japón suele verse atravesado por importantes frentes lluviosos y tifones, a veces mortíferos, en verano.
“Vamos a evaluar las necesidades de las víctimas y a impulsar una pronta reconstrucción de la zona”, dijo Abe hoy tras una reunión de emergencia de su gabinete, en declaraciones recogidas por la agencia japonesa Kyodo.
Las precipitaciones causaron desbordamientos de ríos que inundaron poblaciones enteras, donde el agua alcanzó los tres metros de altura en algunos puntos, y provocaron graves daños en edificios, carreteras, puentes y otras infraestructuras.
Estaremos atentos para más información. Esperemos que Japón no sufra más daños.