Japón no solo ha desarrollado una de las cocinas más finas y elegantes del mundo, sino que cuenta con una gran variedad de Chefs que han llegado a Japón con sus conocimientos y gustos exquisitos. La que se beneficia especialmente es la capital del archipiélago, Tokyo, quien al ser una capital de finanzas y negocios nos proporciona deliciosas y amplias texturas y sabores, para degustar al paladar.
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Para comenzar con la ilimitada variedad culinaria japonesa, lo mejor es darse un paseo por las afueras de las estaciones de tren o metro. Los bares y restaurantes que se encuentran en sus cercanías nos permiten apreciar la elaboración de grandes cantidades de platos de cocina familiar, a precios bastante razonables para todos. Para los que no hablan japonés, algunos restaurantes contienen muestras de plástico o de cera de los platos que servirán en su mesa, o le facilitarán una carta ilustrada con fotos a color.
Otro de los lugares ideales para comer de forma económica son: los grandes almacenes. En su gran mayoría, tienden a destinar todo un piso, el sótano o la parte superior del edificio a distintos restaurantes. No se olviden, por supuesto, de que en Japón no se deja propina.
Aquí les traemos algunos de los platos que encontraras en Japón y que definitivamente debes probar:
La Tempura: un platillo que consiste en ingredientes fritos en aceite vegetal, entre ellos las gambas, pescado o verduras, que anteriormente han sido sumergidos en una mezcla de huevo, agua y harina de trigo.
El Sushi: uno de las comidas japonesas más conocidas, es una pequeña lonja de pescado o marisco crudo, colocado sobre una bola de arroz sazonado con vinagre. Algunos de los ingredientes más comunes para usar en su preparación son el atún, las gambas o los calamares. El pepino, el rábano marinado y la tortilla.
El Sashimi: el cual consiste en una rodaja de pescado crudo que se come con salsa de soja.
La Kaiseki Ryori: considerada en Japón como uno de los platos más exquisitos y refinados de la cocina japonesa. Este se compone principalmente de verduras y pescado con algas y setas, según la temporada, y tienen un sabor particularmente sutil.
Los Yakitori: estas son brochetas de pequeñas porciones de pollo, hígado y vegetales a la parrilla sobre brasas.
El Tonkatsu: chuleta de cerdo empanada y frita.
El Shabu-shabu: consiste en finas y tiernas rodajas de carne de ternera, ligeramente cocidas en un caldo y sumergidas posteriormente en una salsa.
Soba y Udon: dos tipos de fideos japoneses. El Soba se hace con harina de alforfón, mientras que el Udon, con harina de trigo. Suelen servirse en caldo o con salsa, y hay cientos de deliciosas variedades.
El “sake” japonés: un vino de arroz, que combina perfectamente con la variedad culinaria de Japón. Fermentado a partir de arroz y agua, el sake es una bebida alcohólica que beben los japoneses desde tiempos antiguos. Se puede beber caliente, lo que hace efecto más rápido, aunque también se aprecia frío. Hay “cervecerías” de sake en todo el territorio japonés, cada una de las cuales tiene un sake con un sabor distinguido por la calidad del arroz y el agua utilizados y por los diferentes procesos de fermentación.
